Mi primera bica

El verano se va marchando y me está costando arrancar de nuevo. Es duro volver a la rutina de siempre: ir al trabajo, cuidar la casa, ir al gimnasio, la universidad, los idiomas, los cursos de formación y  ¡ale! fin de semana. Vuelve el maldito lunes y  otra vez vuelta a empezar con lo mismo. ¡Dios, con lo bien que se vive haciendo lo que te viene en gana!.

Estos días  para matar mi pereza he estado visitando algunos blogs de cocina . Me asombra la cantidad de bloguer@s  que hay  y la calidad  de sus  blogs.  Algunos son impresionantes, con unas recetas muy interesantes y unas fotografías espectaculares que aportan  un  montón de ideas para aprender. 

Quiero mencionar tres de ellos :  Un cachiño doce , Uno de dos y Siguiendo a nena linda . Hay muchos más claro, pero estos tres tienen en común la receta  protagonista de esta entrada y  son los que me han hecho pasar este fin de semana ocupada, animándome a meterme otra vez en harina.

Se trata de la  bica branca de Laza.  Un postre típico de Galícia, de la zona de Ourense. Es una especie de bizcocho con un sabor y una textura única.  Nunca pensé que sería capaz de poder hacer una bica. La había probado claro,  pero hacerla era otro cantar para mí. Pues aquí está, lo conseguí.

¿Qué os parece? hermosa ¿no?.

Quizás no tan perfecta como las de mis amigas blogueras pero para ser la primera que hago, estoy bastante satisfecha.

No voy a explicar el origen de la receta porque está maravillosamente explicada en los blogs citados anteriormente, pero voy a poneros la receta (copy paste de Uno de dos ) para que os animéis como yo. Os sorprenderá el resultado.

Ingredientes:

• 9 claras de huevo
• 400 g de azúcar
• 375g de harina de trigo
• 375 ml. de nata para montar (35% M.G.)
• Unas gotas de esencia de anís (yo le he puesto un chorrito de anís)
• Azúcar y canela en polvo
• Papel  para hornear

Primero forramos un molde rectangular con el papel de hornear y lo untamos con mantequilla. Calentamos el horno a 200º.

1. Montamos la nata. Para que quede bien montada ha de estar muy fría. Una vez montada la reservamos en la nevera hasta su utilización.
2. Montamos las claras, (yo les he añadido una pizca de sal). Cuando estén  casi montadas incorporamos lentamente y con mucho cuidado el azúcar y el chorrito de anís (muy poco). Seguimos batiendo hasta que estén bien firmes.
3. Incorporamos la harina. Ésta debe de tamizarse primero y luego ir añadiéndola poco a poco y con movimientos envolventes  de abajo hacia arriba para que no se bajen las claras. Este paso es bastante delicado.
4. Incorporar del mismo modo anterior la nata montada.
5. Vertemos la mezcla en el molde.
6. Espolvoreamos con una mezcla de azúcar y canela muy generosamente  para que se haga una costra. dura. (Yo he puesto bastante, porque me gusta notar la costra).
7. Introducimos en el horno e inmediatamente lo bajamos a 180º calor abajo unos 3 minutos.
8. Ponemos de nuevo el horno calor arriba y abajo a 180º y esperamos hasta que esté completamente cocido. Unos 35-40 minutos. Hacer la prueba del palillo.
9. Dejar reposar un ratito, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.

Fácil ¿verdad?